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Mostrando entradas de junio 23, 2013

MIRAR LAS NUBES

Durante todo el año a Irene le encantaba mirar las nubes. Era su afición preferida. Muchas veces soñaba con que sus seres queridos iban volando montados encima de ellas. Incluso se daba cuenta que el día en que moría alguien muy especial, ellas se vestían de negro, tristes por el alma que había dejado la tierra.  Le encantaba subir a la cima de la montaña e inventar figuras de aquellas formas abstractas, que podían ir cambiando, de un caballo , de repente, se transformaban en dos gatos que jugaban entre sí.  Cuando iba caminando por la calle, se fijaba en el rumbo que tomaban, parecía que su corazón iba al unísono de la fuerza del viento que las transportaba. Su corazón se aceleraba cuando el viento del norte empujaba los velos blancos y formaba cirros, aquellos pequeños cristales de hielo que hacían que no se distinguieran unos de los otros, sino que un manto de tul la envolvía suavemente.  Lo que más le llamaba la atención era la perspectiva en el horizonte de cúmulos, aquellas nu

UNA VIDA APOCOPADA.

Hoy leyendo una entrada de mi hermano en facebook, en que ponía los códigos de vuelos, mi primo sacaba a relucir la palabra apócope. Y es curioso algo que hacemos continuamente todos los días, que escuchamos a todos los que nos rodean, cuando le llaman por su nombre no tenemos ni idea de lo que significa.  Ya desde pequeños acostumbramos a los niños, santos inocentes que nos imitan en todo lo que hacemos a abonar esa ley que tanto se utiliza: o sea la LME: Ley del Mínimo Esfuerzo. Si por casualidad le hemos puesto a nuestro hijo el nombre de Fernando, es ideal llamarlo Fer... Es tan largo... que entre que lo llamamos y le decimos lo que pretendemos de él hemos perdido un tiempo muy preciado. Yo misma no me salvo de la quema. Mi marido se llama Albert (dos sílabas) y si quiero decirle algo deprisa le llamo AL... Si hasta para decirnos palabras cariñosas apocopamos. Nos decimos cari , en vez de cariño... y ostras , hasta queda casi más bonito.  Pues a lo que íbamos nos pasamos el día a

UNA FLOR EN EL CULO

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Este fin de semana, en una charla entre amigos, una amiga muy querida por mí les decía a los demás que yo tenía una flor en el culo. Mira por donde, aquella frase se me ha quedado grabada como motivo para mis reflexiones. Aunque verdaderamente, muchos son los motivos, acciones  y acontecimientos que me hacen filosofar en esta vida. Pero, esta me hizo especial gracia. Y es que tiene toda la razón del mundo.  En un primer momento, al analizar la frase puede parecer un poco inmunda, porque claro que crezcan flores en un lugar tan poco gentil es como poco apropiado. Pero, claro, pensando otro poco, que en un terreno poco fértil salgan petunias (por poner un ejemplo) , es como poco para sentirse halagado y afortunado. Fijémonos en otra frase parecida: "mear colonia", el frasco no es el más glamuroso, y además se aplica a alguien que pensamos que es más bien repelente. Aunque Guardiola le diera después ese toque personalizado que le otorgó que mear colonia es hacerlo todo bien.